Padecer un flemón dental es padecer una patología bucodental, que suele afectar a los tejidos que rodean o bien sujetan a los dientes, es decir, a las encías. En función de que es lo que haya causado el problema en cuestión, el flemón dental va a necesitar un tratamiento u otro, pero siempre teniendo solución.
Normalmente un flemón aparece por estos diferentes motivos:
- Si hay caries que no hay sido tratadas y que por ende afectan la pulpa de las encías fomentando un depósito de pus en los tejidos internos del diente.
- En el caso de que las personas tengan una enfermedad periodontal, las encías están enrojecidas, inflamadas y sangran. Pero si este problema no se trata, es cuando aparecen los flemones dentarios, e incluso pueden llevar a la pérdida de la pieza en cuestión.
- También se puede producir un flemón si hay un traumatismo en los dientes. Esta lesión puede reflejarse en forma de infección, de mucho dolor, sensibilidad dental y un daño en el esmalte.
Hay numerosos síntomas que pueden ayudar a saber si tenemos un flemón dental, algo que después el dentista tiene que comprobar y determinar el tratamiento a seguir para que desaparezca.
- Inflamación de las encías: esta zona se inflama por la infección y muchas ocasiones acumula pus, pudiendo llegar hasta nervios faciales, así como a ganglios linfáticos.
- Dolor en dientes muy fuerte y de forma continua: El dolor suele aparecer con la masticación.
- Halitosis: si hay bacterias en la zona periodontal es más que fácil que genere mal aliento en el paciente.
- Fiebre o malestar: Las bacterias que afectan la pulpa dental pueden generar desde fiebre a sensación de malestar en la persona que tenga la patología.
- Sensibilidad dental: la sensibilidad aumenta a la hora de comer o beber cosas muy frías o muy calientes.
Si aparecen algunos de estos síntomas, hay que prestar especial atención a nuestra boca.
El flemón normalmente como toda infección va a necesitar antibióticos y antiinflamatorios. Una vez se quite el dolor dental, en ocasiones se necesita reducir la inflamación mediante un drenaje que quite el pus acumulado.
Una vez se quite la infección, hay que ver si alguna zona ha quedado dañada. En el caso de que sea el nervio el que ha quedado afectado, habrá que realizar una endodoncia, para poder salvar el diente.
A excepción de que se genere a partir de un traumatismo, el resto de motivos que generan un flemón se puede evitar si se acude periódicamente al dentista. Ellos son los encargados de revisar toda la cavidad bucodental y evitar que se pueda crear ningún tipo de infección o de flemón. Evidentemente es muy importante que la higiene dental sea la correcta. Recuerda la importancia de cepillar la dentadura después de cada comida, sin hacer demasiada presión en las encías y al menos durante un par de minutos. Y para que el riesgo de acumular bacterias sea menor, también te recomendamos que cambies el cepillo de dientes como máximo cada tres meses.
En el caso de notar cualquier aspecto diferente en nuestra boca, siempre lo ideal es acudir a ver a nuestro odontólogo de confianza.
* Fuente: web de este dentista en Torre del Mar